Sede Canónica
Iglesia Parroquial de San Isidoro
Uno de los tres templos góticos de la ciudad, situado extramuros de la misma, es centro parroquial. Posiblemente fue una fortaleza o fuerte árabe, para defender la muralla por el Oeste. Por otro lado, la tradición mantiene que fue una antigua mezquita. Ya dieciséis años después de la conquista cristiana, en 1233, existía como templo gótico que posteriormente fue devastado. La actual construcción data de los siglos XVI y XVII.
Presenta dos fachadas góticas construidas por el obispo Suárez de la Fuente del Sauce, siguiendo una tipología de gótico flamígero difundida por él en la ciudad y en toda la diócesis. La portada Sur, la más representativa, es abocinada de arcos apuntados con baquetones en las jambas, apareciendo el escudo del obispo fundador que alberga la figura de una fuente de la que sale un sauce.
De estilo renacentista, consta de una sola nave de cruz latina cubierta por bóveda de cañón. Destaca el crucero que fue construido por el discípulo de Vandelvira Alonso Barba, que planteó su intervención como una réplica a la Catedral de Jaén, de la que en aquel momento era maestro mayor. Este crucero es una de las obras más clásicas de la ciudad en proporciones y tratamiento, pues las dimensiones del presbiterio son iguales que las de los brazos del crucero que, cubierto por cúpula sobre pechinas, da lugar a un espacio centralizado. Marcando el carácter clasicista están las columnas corintias de orden gigante. En la escasa ornamentación que aparece, como es propio en la última fase del Renacimiento, destacan los relieves de las virtudes, que siguen un tratamiento miguelangelesco. Todo el espacio queda iluminado por unas ventanas serlianas, aumentando el efecto de grandiosidad.